lunes, 11 de julio de 2011

Mónica Leyva - 8a propuesta



Fervor de vida: textiles que crecen

Mónica Leyva es de Gauadalajara, Jalisco. Es comunicóloga de formación académica y artista de corazón. Aunque de pequeña su abuela le enseño a tejer, fue a partir de un curso que tomó en Londres, en City Lit en el área de bordados experimentales, que comenzó a trabajar con ese medio y a reconocerse como artista. De regreso a México creó piezas que contenían la imagen religiosa de la Virgen de Guadalupe, mismas que regaló como “bendiciones”.

A partir de su proceso de investigación expresiva con las fibras y su manera de aplicarlas, junto con su interés temático, fue que desarrolló un collage textil, con hilos, lana, aplicaciones, papel y plástico.

Durante un tiempo, en estas piezas predominó la narrativa de la imagen del corazón, como símbolo religioso y de la entrega amorosa en la cultura popular. El destino de estas piezas dejó de ser una dádiva, pasando poco a poco a ser objetos de intercambio económico, así como del interés del circuito de las contemporaneidades visuales.

Poco a poco se alejó de las imágenes votivas, para seguir hacia la representación de su alrededor en retratos de amigos, paisajes y objetos cotidianos. Después se le presentó el sentido de abstracción en el que interviene y desarticula un guante, encontrando y dejando como impacto estético, el valor puro del material, la esencia del textil, las fibras.

A partir de 2004 desarrolla el textil en la tercera dimensión. Realiza intervenciones para sitio específico e instalaciones para museos y galerías. Lejos de la narrativa figurativa, acerca y provoca al espectador hacia la experiencia pura del material, a dejarse estar entre hilos, tela y fibras.

Es siguiendo su ímpetu natural, escuchando su interior, asunto muy natural en Mónica, que se le presenta su gran otro paso, en su andar-arte: el textil vivo. Como la pieza estaría en el exterior, a la intemperie, y le llovería, recordando su infancia, las clases de biología y con la intención de hacer que la pieza estuviera viva, en el interior le coloco semillas. Así se da que el textil germine y con ello las fibras de la naciente planta, se entremezclan con las fibras de algodón o lana y nos permiten recordarnos desde otro lugar: que nosotros somos un textil. Es decir, somos tejido que camina, textiles vivos, en constante transformación.

ARA a San Isidro es la primera pieza que Mónica exhibe en Oaxaca. En ella combina su trayectoria. Presenta un gran lienzo collage con la imagen de San Isidro Labrador y un objeto intervenido hacia la germinación.

En marzo de este año Mónica hizo un viaje a Oaxaca para preparar su pieza para el TC3, tenía que ver el espacio, sentir el clima y conseguir hilos de lana para la obra. En esa ocasión conoció a Beto Ruiz, artista y tejedor contemporáneo de Teotitlán del Valle, quien le contó la historia familiar en relación al cultivo del campo, con una relación muy intensa con San Isidro, patrono de la agricultura.

De vuelta a Guadalajara, conmovida por la historia de la familia de Beto e inquieta por las crisis sociales por las que transitamos actualmente en el mundo, en las que las cuestiones de trabajo, el sistema capitalista y su explotación en la producción de alimentos, su calidad y los transgénicos, nos traen de cabeza, se propuso realizar un comentario muy a su manera: entusiasta, colorida, fibrosa y viva.

Es así que la pieza presente en esta octava propuesta del Cubo Textil Contemporáneo, nos convidan a disfrutar de un San Isidro actual, hecho con parches de diferentes telas, como comentario de reciclaje, y con bordados libres, fuera del canon de repetición inflexible, que nos alinea y aprisiona la mirada en una sola forma de ver. El bordado de Mónica es abierto, libre, sencillo y ordenado de otra manera respecto al tradicional. Quizá nos transmita agitación y de entrada no nos agrade, esto quizá porque mueve nuestro sentir hacia lo que conocemos, el bordado tradicional que tiene otros lineamientos estéticos. Pero si miramos con atención, reconoceremos equilibrio en la composición, orden en el acomodo de los elementos, riqueza en los materiales y un colorido amable y agradable a la vista.

De igual manera el Machete Germinado, la otra parte del TC3, que completa la participación de Mónica, nos invita a pensar, ¿Qué es esto?, ¿Es esto un textil?, ¿Por qué es arte? Y como pistas, les acerco algunas ideas como punto de partida, para que se respondan, si es que se hicieron estas preguntas. Un machete es una herramienta para trabajar el campo, para abrir camino. El textil es un entramado de fibras. El arte es un sistema de conocimiento para provocar en quien lo aprecia inquietud, deseo, apreciación, transformación y conciencia.

Para mí, en mi apreciación y disfrute, el TC3 de Mónica es una muy buena combinación de religiosidad, conciencia crítica social y agradables estímulos visuales. Propositivo en sus ideas sobre el textil y el arte contemporáneo, ya que nos acerca a ambos de una manera viva. Nos agita, un poco, asunto que nos permite quitarnos ideas fijas, nos airea y ventila viejos conceptos, para atraparnos en un brote orgánico, hacia la esperanza y la devoción por lo vital, la tierra, la lluvia, las fibra, el trabajo, las tradiciones y la fe, que unidos nos dan alimento y cobijo.

olgaMargarita dávila – curadora


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