
lunes, 21 de marzo de 2011
7a propuesta Xavery Wolski - 25 marzo 2011

lunes, 31 de enero de 2011
sexta propuesta TC3, Jaime Ruiz

Registro móvil
formas primitivas+flexibilidad/volúmen+desplazamiento+deconstrucción
Jaime Ruíz estudio la licenciatura en diseño gráfico, en ella se familiarizó con el programa de computadora 3Dmax (modelado en tercera dimensión). Cuando hacía los ejercicios que le pedían en sus clases, le llamó la atención la malla poligonal con las que se hacen los "renders" (modelado acabado). Se cuestionaba sobre ella como una naturaleza de construcción en el espacio digital.
Jaime tiene 25 años, desde hace tres años hace gráfica y desde hace cinco ha dibujado con un enfoque serio. Hace un año y medio inició el programa de profesionalización artística CEACO, en el que ha confrontado sus visiones en relación al arte y le han motivado a cuestionarse la naturaleza de sus investigaciones artísticas y a consolidar sus ideas, para aproximarlo al quehacer del arte hoy.
En la serie de trabajos mas reciente, Ruiz ha estado trabajando sobre las formas primitivas, inspirado en las que usó en el programa de computadora, mencionado antes. En estas buscó traducir a la vida física el principio constructivo del “render”, es decir pasar de la realidad digital a la realidad matérica y con ello conectar dos tecnologías en un mismo momento.
Para lograrlos empezó a tejer y a envolver objetos con el textil. Después quitó el objeto, y la malla como contenedor espacial pero sin rigidez, se convirtió en una abstracción del mismo.
De ahí se enfocó en las ideas generadas: la flexibilidad del espacio y las posibilidades volumétricas de los objetos en el momento de traducir su contorno en algún material suave.
La intervención realizada en caucho suave que se presenta en el TC3 está en proceso de experimentación en relación al espacio y a la forma de la circulación del cubo. Es decir, la escalera es usada como forma de registro.
Jaime se cuestionó la esencia del cubo, después se respondió al encuentro de la escalera con forma básica del mismo, ya que es lo que conecta un nivel del museo con el otro, y finalmente lo utilizó como su motivo de trabajo. Lo que hizo fue tomar las medidas de la escalera y duplicarla en malla tejida, ya que en esta ocasión no podía envolver al objeto, como en las otras piezas que anteriormente había hecho.
Luego empezó a proponer maneras de integrarlo en el espacio, tomando en cuenta una idea más: el desplazamiento, a manera de desfasar el cubo “suave” dentro del cubo. Primero llegó a la propuesta de suspenderlo a manera de techo sobre la circulación de la escalera, así los que la transitamos de un piso a otro del museo, podríamos entrar a un espacio de translación en el que el piso es el techo. La idea no le convenció y siguiendo el criterio de cuestionamiento logró la presente instalación.
¿Qué tal si cambio el sentido formal original? ¿Puedo cambiar los elementos y posiciones del cubo? ¿Cómo incluyo al otro? ¿Puedo abrir el espacio de significado a la interacción personal, al detonante en cada transeúnte?
Movió sus ideas, cambió el sentido y deconstruyó los elementos básicos del cubo. Agita la superficie geométrica y le quita su aspecto real y la pronuncia en sus capacidades escultóricas y poéticas.
Las piezas presentes en el Cubo Textil Contemporáneo estarán en exhibición del 28 de enero hasta el 20 de marzo, 2011.
viernes, 24 de diciembre de 2010
6a. propuesta Jaime Ruiz Martínez - Enero 28 2011

sábado, 30 de octubre de 2010
lunes, 18 de octubre de 2010
quinta propuesta. Ocupante/ Joel Gómez

27 de octubre 2010. 6.30 p.m.
La idea de la intervención es materializar la experiencia espacial del espectador con el andar en la escalera, apuntando a transformar la manera en que percibimos el sitio.
Con la intención de que al transitar el lugar se involucre al transeúnte en un diálogo entre las formas orgánicas del poliflex y la geometría del cubo, el artista provoca una experiencia, que más allá del formalismo y de la estructura, detonen una percepción poética e individual del momento en que se esta.
La propuesta de tejido con manguera, transforma el sentido del material, de ser un elemento de construcción oculto y de aplicación comúnmente lineal, a ser un elemento de visibilidad en formas curvas, con un impacto estético. Así mismo, en esta obra esta presente la idea de ser un elemento invasor, tipo parásito, en el espacio del Museo.
aquí un avance del trabajo.

miércoles, 8 de septiembre de 2010
cuarta propuesta. Atracciones Perturbadoras/ Mariana Gullco

Lo que tiramos a la basura, lo que “ya no sirve”, que en muchas ocasiones ni siquiera tiene un desgaste total, dice mucho de lo que somos y en lo que estamos sustentados; una contradicción, porque al tirar algo que no esta extenuado, hay una falta de valor de la materia, es consumir por consumir. ¡Uy¡ que valiente actitud, esta cultura que hemos construido para genera toneladas de desperdicios, que mas pronto que tarde, nos ahogarán, si es que no los lanzamos al espacio, je, je. ¿No les parece una actitud de auto-destrucción total?
En el comprar, medio consumir (porque no extinguimos y destruimos la materia ) y tirar, cuánto de valor dejamos por el camino. Y es aquí en donde el trabajo de Mariana hace un acento. De entrada nos hace re-pensar en la palabra desperdicio, ya que hacer un vestido con bolsas de te, con algo que se iba a tirar, le cambia el sentido a el principio cultural en el que nos movemos. La palabra “desperdicio” enclava un gasto inútil, y al utilizar la materia que se iba a despreciar y re-utilizarla, le compone su capacidad de emplear, le reconstituye en su valor pleno de materia y con ello nos reunifica con la sencillez, la sobriedad, lo esencial, con recuperar el valor de la materia, de lo que estamos hechos.
Hace tres años que me reconecté con Mariana, nos encontramos aquí en Oaxaca, ella vive acá desde hace cinco años, tiempo que lleva trabajando con diferentes procesos textiles. Al llegar desarrolló la beca de Jóvenes Creadores del FONCA, con ello empezó a identificar, reconocer y experimentar con las artesanías tejidas desde una perspectiva contemporánea. Y me parece que con esa experiencia vivida, es que le ha permitido formular el principio en que trabajan estas dos piezas que presentamos en el Museo, sobre todo Trama (la obra de color negro): conectar dos opuestos, atraerlos y en ello generar una tensión inquietante, que nos mueva de la aparente “tranquilidad” social y que nos provoque la reflexión y en el mejor escenario, teniendo suerte, nos lleve a la acción.
Desmenucemos, por un lado esta el principio manual y por el otro el material.
Después de su investigación en las piezas de Te (por llamarlo así), en las que llega a la esencia de la materia, sigue; y enfocada en su trabajo, la pregunta natural es, y ¿qué hacemos?, pues materializamos con las manos y lo primero que hacemos es textiles, son cosas utilitarias, que nos ayuden en nuestro andar, cubrirnos de la erosión del clima cuidándonos la materia, otras para a guardar cosas y mantenerlas o moverlas de lugar. Pero en la sociedad post-industrial en la que vivimos, estamos lejos de ese principio de obrar. Hacemos materia para ser desperdicio, qué, qué, qué????¡¡¡¡¡ Absurdo total. Las bolsas de basura las producimos para ser tiradas. Esto es porque pensamos que hay cosas que no sirven. Y claro pensarán en los desechos orgánicos, los pedacitos de cosas que no alcanzamos a comernos, esos NO SON BASURA, son materia que nutre la tierra en la que crecen las próximas verduras que nos comemos. ¿Y los envases de leche?, tampoco son basura, son material que sirve para la auto-construcción, y así podemos seguir y seguir…piensen.
El presente trabajo de Mariana nos apunta a esa dirección. Nos ha llevado más a fondo de lo somos y andamos. Desde ahí le interesa, como notamos en las piezas que presenta, la tensión conceptual y material entre componentes industriales diseñados para ser desechados y el trabajo manual, cada vez más desplazado, excluido y desvalorado en la imperante sociedad consumista.
¿Qué nos esta pasando como sociedad post-industrial?, ¿Qué hacemos con los desechos que producimos?, ¿Cuáles son los materiales más amigables con la naturaleza?, ¿Qué interese hay en los mecanismos de poder, que nos han conducido a la producción de un auto atentado? ¿Cómo funciona la mediatización para que la masa prefiera productos altamente tecnologizados a los naturales? son preguntas que Mariana entreteje en sus recientes obras, para colocarnos en primera fila y asimilar de manera estética nuestra sombra, como dice el gran escritor japonés Tanizaqui “Lo bello no es una sustancia en si sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra.”
La sombra como el espacio en el que no nos vemos luminosos, esa que se mueve con nosotros todo el tiempo, nuestra fiel acompañante. La que producimos naturalmente, que esta estipulada en el contrato de estar vivo bajo el sol. Esta es la que Mariana despliega como elemento en el espacio del cubo, pero lo hace de distinta manera, la fuente de luz (metáfora del sol) viene del suelo. En ello hay otra posición. Todas las cosas hacen sombra, pero no todas tienen conciencia de ello. Al cambiar la posición de la luz, alude a nuestra capacidad de pensar y darnos cuenta. De ser una sombra natural, la revierte a una sombra hacia arriba, hacia el cielo, hacia la bóveda celeste, para colocarnos ahí en una sombra de aprendizaje en relación al cosmos.
olgaMargarita Dávila
curadora